La integridad intestinal y su relevancia en la producción avícola”, fue el tema que abordó Luis Abarca de la empresa Trouw Nutrition.
Para lograr una buena producción, Abarca consideró que es importante la medicación adecuada, el diagnóstico oportuno y correcto, la evaluación intestinal, la alimentación apropiada y, sobre todo, la prevención.
“El sistema gastrointestinal es el más vital; sin embargo, muchos productores lo omiten y tienen pérdidas en la producción”, dijo.
Manifestó que durante varios años se han utilizado promotores de crecimiento, que son moléculas que tienen más de 30 años en el mercado. Con el paso del tiempo se volvieron resistentes e incluso impactan en la salud pública, con la presencia de bacterias en el producto.
Empleo responsable de antibióticos
Ante ello, el experto resaltó la conveniencia de la prevención y la búsqueda de nuevas alternativas, con la finalidad de reducir el uso de antibióticos y mermar la resistencia.
En los países de la Unión Europea, desde el 2000 aproximadamente, se prohibió el empleo de promotores de crecimiento. Igualmente, en la producción orgánica.
Además, mencionó que la bioseguridad siempre será básica, ya que las bacterias están presentes y cualquier factor que genere estrés y un desbalance intestinal provocará una enfermedad. “Entonces, la bioseguridad ayuda a mantener las granjas sanas, estables y disminuir el riesgo en la salud”.
Abarca precisó que el alimento incide en la salud intestinal, porque las dietas mal balanceadas, un alimento demasiado fino, que contenga pocos nutrientes, mal cocidas, con grasa rancia, etc., genera daños intestinales y la proliferación de bacterias. “Hay productores avícolas que se han dado cuenta de la importancia de la prevención, pero otros productores están menos interesados en este tema.
En general, se ha avanzado en la prevención, en disminuir el empleo de antibióticos y emplean las herramientas actuales”, manifestó el experto.
En la actualidad existen consumidores y cadenas de comida que ejercen presión sobre el bienestar animal y la reducción de antibióticos. Las cadenas de comida reaccionan a lo que el consumidor pide y las industrias deben adaptarse al cambio. “No obstante, los antibióticos siempre se utilizarán, pero hay que insistir en la utilización responsable, en diagnósticos certeros y respaldo técnico.
No soy partidario de prohibir el empleo de antibióticos, pero si hacerlo de manera correcta”, enfatizó Abarca.
Eficiencia en la producción avícola
Óscar Betancour, invitado por la empresa Z&R CORP, expuso acerca del empleo racional de antimicrobianos en la avicultura y su resistencia.
“El manejo de estos productos está catalogado, por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como una de las diez principales amenazas que tiene la salud pública y veterinaria. En la medida en que no existan condiciones mínimas de aseo, tanto en los seres humanos como en los animales, el riesgo de enfermedades es alto”, comentó.
Para él, la bioseguridad es primordial, para evitar que los patógenos enfermen a los animales y lleguen a los consumidores mediante la ingesta de la proteína animal. “Sin duda, la bioseguridad, las vacunas, el bienestar animal y una buena nutrición limita el ingreso de afecciones. No esperemos a que los animales se enfermen. Hay que prevenir, pero no utilizar en exceso los antibióticos. Lo fundamental es la nutrición, la sanidad y la administración”, recalcó el conferencista.
Respecto a las vacunas, Betancourt señaló que dependen del tipo de aves y de las epidemias existentes. El plan vacunal debe ajustarse a las condiciones regionales y de la granja. La aplicación se debe efectuar con expertos.
“No hay una fórmula básica para curar todas las patologías. Las recomendaciones son: un asesoramiento con profesionales veterinarios y un personal motivado y capacitado dentro de cada granja. De ello, depende también el éxito de la producción”.
A la fecha, existe un relevo generacional en las granjas. “Eso es bueno, porque la gente joven tiene una mentalidad más abierta, están capacitados y emplean moderna tecnología para la producción de carne y de huevos”, citó.
Betancourt consideró que el sector avícola tiene una gran oportunidad y un reto para los siguientes años, porque la población crece y demanda más alimento. Para el 2050 se prevé diez mil millones de personas en el mundo.
En cambio, el desafío para los productores avícolas es tener mayor población de aves y ser más eficientes en calidad, nutrición, sanidad y administración. “El rol de Latinoamérica en la producción avícola será preponderante en los próximos años”, expresó.