“Los minerales son importantes en la nutrición de los animales. Ahora, producir un kilo de alimento cuesta más y la calidad es mejor. Es más fino en relación a los requerimientos de nutrientes”, dijo Luigi Moreira, de la empresa Trouw Nutrition. Centró su intervención en la actualización en nutrición de los minerales traza en aves.
Consideró que, incluso, muchas empresas hablan de nutrición de precisión, ya que promete mayores rendimientos económicos, disminución de la excreción y más eficiencia de utilización de los recursos. “Es una estrategia clave para la producción avícola de una forma socialmente responsable”.
Explicó que los minerales traza que, generalmente, se incluyen en la premezcla son el cobre (Cu), hierro (Fe), manganeso (Mn), zinc (Zn), yodo (I) y selenio (Se). Cada uno es un elemento independiente con procesos metabólicos y funciones distintas, existiendo interacciones entre ellos, así como con otros nutrientes. Estos minerales apoyan las funciones biológicas necesarias para la respuesta inmunológica, la reproducción y el crecimiento adecuado.
“Es una cadena de elementos para optimizarlos. Lamentablemente, a los minerales se los ha subestimado porque su costo es bajo y los utilizan en cantidades mayores, pero más no es mejor, porque puede producir reacciones antagónicas que reduzcan la disponibilidad de otros nutrientes”, explicó Moreira.
Los primeros minerales disponibles para fortalecer la dieta fueron los óxidos y luego los sulfatos, pero estos últimos son solubles y afectan a otros minerales y nutrientes. En 1970 surgieron los primeros minerales orgánicos, pero eran costosos, aunque los resultados son mejores. Años después aparecieron otros minerales para mejorar la digestión.
“El gran desafío es masificar la tecnología y que los productores los adopten. No es una tarea fácil y tomará su tiempo, pero en algún momento se masificará. Por ejemplo, EE.UU. utiliza entre un 50 y 70% algún mineral; igualmente sucede en Europa. A medida que se comprobó su utilidad en el retorno económico, implementaron la tecnología que estimo se extenderá a escala mundial”, manifestó el conferencista.
Con los minerales traza se puede reducir entre cuatro y cinco puntos de conversión. “Esto es importante porque se logra eficiencia. Será satisfactorio encontrar otro elemento”, dijo Moreira.
Manejo correcto de las enzimas
Wanderley Quinteiro, representante de ADISSEO, expuso sobre las oportunidades de optimización de la dieta en base a enzimas. “Las moléculas orgánicas desempeñan un rol clave en el proceso digestivo de los animales y aunque se producen dentro del propio animal, los productores también utilizan enzimas exógenas, como una solución eficaz para optimizar la alimentación”.
El alimento representa más de la mitad de los costos de producción en las granjas, por ello, una dieta bien formulada, equilibrada y biodisponible, es esencial para lograr un excelente rendimiento productivo permitiendo mejorar los beneficios.
Las enzimas propician el aumento de la digestibilidad de la proteína, de los carbohidratos y de los lípidos. Existen diferentes tipos de enzimas y cada una cumple una función específica para liberar energía, aminoácidos, fósforo, calcio, etc.
“Es básico utilizar, de la mejor manera, estos ingredientes con el apoyo de herramientas y moderna tecnología, para lograr mejores beneficios”, expuso Quinteiro.
Además, dijo que algunos productores mezclan ingredientes alternativos para bajar los costos, aunque la calidad nutricional no es adecuada. Para asegurar el correcto aporte de nutrientes y evitar la aparición de problemas digestivos, se debe incluir enzimas en la dieta. En tal virtud, es primordial el conocimiento y la comunicación para emplear los subproductos en las dietas de las aves”.
En sí, las enzimas son fundamentales, con el objetivo de asegurar el adecuado aprovechamiento de la alimentación, mejorar el rendimiento productivo y reducir gastos. Las enzimas evitan que el alimento no se digiera en el intestino, con lo que se impide el sobrecrecimiento de microorganismos patógenos, causantes de infecciones intestinales.
Según Quinteiro, el camino es comprender cómo se puede optimizar, para lograr una alimentación de calidad y una producción rentable.