¿Por qué fallan las vacunas contra la salmonella? Esta interrogante fue solventada por Paulo Martins, durante el congreso que se desarrolló en Ambato.
En su intervención explicó que esto generalmente ocurre porque la “carga de desafío” es muy alta. Por ejemplo, las garrapatas que pican a las aves transmiten una carga bacteriana muy alta, y es “imposible con dos, tres o cuatro vacunas, proteger a un pollito porque el insecto inyecta la enfermedad. Las garrapatas transmiten una carga bacteriana muy alta”, insistió
Destacó que la vacunación es un factor fundamental para el desarrollo y crianza de las aves,pero a pesar de que los granjeros pueden conocer muy bien las técnicas para aplicar elproducto, suelen existir fallas por eventuales desconocimientos en el entrenamiento ocapacitación.
¿Cuál es la diferencia entre la vacuna viva y la inactivada? Martins explicó que las dos tienen la misma capacidad de acción. Sin embargo, si la intención es combatir algunas patologías, las vacunas vivas son más eficaces, aseguró.
Recordó que las vacunas de origen chino que se emplean para combatir el virus de la Covid-19 tiene una determinada protección. Las vacunas ayudan a disminuir la incidencia de la enfermedad, pero no la elimina porque si la contaminación es muy fuerte, el ser vivo puede contagiarse.
Por ello recomendó que lo mejor en estos casos, es la prevención con el empleo de medidas de bioseguridad. Los virus y bacterias pueden entrar en las granjas a través de pájaros, animales, incluso por medio del ingreso de vehículos, materiales de construcción, calzado, etc. “Por eso hay que ser extremadamente cuidadoso; saber quién o quiénes van a ingresar en la granja”.
Según detalló, los dos mil 660 tipos de salmonella también pueden ocasionar daño en la salud del ser humano, pero dos de estas -pollorum y gallinarum- afectan a las aves, especialmente la segunda. El huevo se daña a través de la transferencia del ovario de las aves. Mientras que la enteritis por salmonelosis que afecta al hombre, se puede prevenir con una correcta vacunación a las aves ponedoras.
Impacto económico de micotoxinas no es un mito
El impacto económico de las micotoxinas en la producción de ponedoras no es un mito, por el contrario, debe ser tomado “muy en serio” y llevado a la realidad. Esta fue una de las recomendaciones que planteó Catalina Nicholls, en el Congreso de Ponedoras en Ambato.
Recomendó que las medidas de prevención son fundamentales para evitar problemas de micotoxinas, que puedan generar pérdidas económicas importantes en la industria.
El tratamiento de las micotoxinas debe tener una carga de responsabilidad, no solo en el momento del proceso de producción de la materia prima, sino fundamentalmente, durante el consumo de los alimentos, dijo.
Nicholls explicó que las micotoxinas son metabólicas que producen los hongos por “alto estrés” y por condiciones en las que no se sienten cómodos, como la humedad o sequías “Las micotoxinas se generan como un mecanismo de defensa”, subrayó.
Sin embargo, detalló que las micotoxinas son metabolitos muy resistentes y se mantiene en las superficies de los granos y en las materias primas, incluso hay evidencias de que algunos se producen en el campo, y otros durante el almacenamiento por la proliferación de hongos. Desde allí también llegan a las granjas donde generalmente habitan otros animales.
Para evitar el aparecimiento de las micotoxinas, sugirió tener una buena materia prima. Nicholls reconoció que esta estrategia a veces no es tan fácil, por los costos que genera una materia prima de calidad y añadió que la humedad en el maíz, por ejemplo, no debe sobrepasar el 14% para evitar la proliferación de hongos.
Según su criterio, la limpieza y desinfección de los silos para mantener una línea de producción óptima y mantener la calidad de la materia prima, además, se debe complementar con la inclusión de atrapadores de micotoxinas en el alimento, para evitar problemas de micotoxicosis en los animales, lo que ayuda a una mejora de la producción.
Señaló que el problema de las micotoxinas es real y debe tomarse en serio, este se debe incluir como parte de un programa de prevención junto con la bioseguridad, la sanidad y el bienestar de las aves, este programa preventivo es la mejor forma de prevenir las pérdidas económicas en la producción de huevos.