La importancia de la aclimatación de las hembras de reemplazo desde la llegada a la granja fue el tema desarrollado por Lina Monsalve. La experta consideró que los productores deben partir de la base de que esta aclimatación es más efectiva cuando se empieza con el manejo de la hembra desde el día cero, es decir el nacimiento.
Es a partir de entonces -dijo- que el futuro de los planteles reproductivos está en la hembra de reemplazo. «A veces descuidamos mucho este aspecto y creemos que ingresarlas al plantel reproductivo es simple; sin embargo, no tenemos un diagnóstico real; ni de los reemplazos que compramos, ni del proceso reproductor».
Por ello, Monsalve recomendó la importancia de considerar el diagnóstico y conocer cada acto reproductor para saber cómo plantear la aclimatación de reemplazos de una manera más efectiva, para que en el primer parto, los lechones nazcan con una buena inmunidad. Ese es el objetivo de la aclimatación.
Reiteró que la base de la producción porcina es la hembra de reemplazo. «Un procedimiento mal ejecutado se verá reflejado en toda la productividad de la granja, más aún si el hato reproductor corre el riesgo de desestabilizarse», refirió.
Los requisitos para tener buenos animales de reemplazo es adquirir las hembras de una genética confiable que acredite una buena política de selección, además de conocer el estatus sanitario de las granjas genéticas, como por ejemplo conocer quién es el proveedor, etc.
La bioseguridad es un aspecto no negociable en ningún momento y más aún con hembras de reemplazo. Las granjas deben estar sometidas a periodos de cuarentenas organizadas, separadas del ato reproductor y permitir que los animales se aclimaten antes de ingresarlos con las hembras.
Cada línea genética tiene características específicas con ciertos beneficios en comparación con otras. En la actualidad se habla de hembras libres de micoplasma o de enfermedades, pero se debe considerar la realidad de una granja para saber qué animales vienen libres de enfermedades, aseveró.
Monsalve señaló que otro sistema que tiene mucha acogida en Colombia, y que funciona adecuadamente, es la autoreposición. Las empresas genéticas pueden ofrecer el servicio de abuelas y proveer el semen para producir los propios reemplazos.
La nutrición también es importante: lo que se quiere lograr con una hembra de reemplazo es que tenga un crecimiento equilibrado de huesos y músculos y no acelerar demasiado su crecimiento a fin de que se comporten mejor en la fase de reproducción y tenga un buen desarrollo al momento de su primera inseminación.